¡Qué palabra más bonita!, más completa, más grande…; qué difícil que sea realidad, que no sea un espejismo.
Haces mil cosas para construirlo y, con un solo despiste, se viene abajo y desaparece…
Me gusta esta palabra porque es sinónimo de “personas” en plural, porque lleva implícita la creación de relaciones no estructuradas, pero efectivas, porque asocia la imagen de un objetivo, la identificación de unos “colores/ valores”, el trazo de un plan, de un camino…
Qué bien te sientes cuando formas parte de uno, cuando hablas de “TU equipo” con orgullo, cuando compartes éxitos y fracasos en él.
No somos conscientes de que lo más importante y prioritario que tenemos en la agenda es esforzarnos en “hacer equipo”.
Mirar a los ojos, hablar cara a cara, establecer límites, crear retos, acompañar al otro, pedir ayuda, escuchar,…son las tareas que más me hacen disfrutar cada día; a veces siento que es la esencia de mi trabajo, porque haciendo esto, TODO lo demás llegará, … mi EQUIPO lo hará posible.