Esta es una palabra que he regalado hoy a un compañero que sufría porque “nada es como a él le gustaría”, “nadie es como a él le gustaría”,…
ACEPTAR que los demás dicen, hacen, piensan “diferente” a lo que a ti te gusta o deseas, es lo que te hace “re-enfocar” las situaciones, eliminar la tensión, soltar el sufrimiento y “vivir”.
Al igual que si en lugar de luchar para que todos te entiendan, te comprendan, te den su aprobación, … permites tan sólo que te ACEPTEN; también te liberas de ese peso grande que llevas sobre tus hombros.
Es una gran palabra que te centra, te descarga, te libera,…
Es una de esas palabras que conllevan una gran interiorización, pero que cuando de verdad te sale de dentro, del sentimiento, te marca una gran sonrisa en tu cara, te enciende una luz especial en tu ojos, te hace elevar la cabeza, ensanchar tus pulmones y alzar los brazos.
Sí que gran palabra. Vamos!!