A veces creo que no usamos suficiente o adecuadamente esta palabra, la cual tiene un gran poder. Nos ayuda a crear o destruir estados de ánimo colectivos.
Con la misma rapidez que se contagia un virus cuando alguien enferma, sólo con tocar, o hablar cerca de esa persona, somos capaces de CONTAGIAR nuestro estado de ánimo al que miramos, con quien conversamos o al que nos acercamos.
Y es tan violento este contagio que, como efecto dominó, va transmitiéndose a todas las personas que nos rodean, incentivando aún más la fuerza del contagio.
Por eso es tan importante buscar una persona positiva, una persona con una sonrisa amable, con una mirada feliz, y acercarse a ella.
Busca personas que te transmitan, que te CONTAGIEN buenos estados de ánimo, aléjate de los que sólo contagian tristeza, lamento, negatividad…y, por supuesto, asegúrate de ser TU una persona positiva, si quieres estar rodeada de personas, si trabajas en equipo, si te importan los demás.