Esta es una palabra que va de afuera hacia dentro. Me encanta esa A inicial que impregna la ilusión, el descubrimiento de algo interesante, que después PRENDES y te lo quedas para ti.
Es una actividad que te posiciona en el lugar de punto de partida, con sentimiento de humildad y sensación de ser de nuevo un “niño”, porque reconoces que no sabes algo y quieres saberlo o saber hacerlo.
Es tan divertido aprender que, con el paso del tiempo, deseas encontrar esas cosas que te motivan para conocer, para poner en marcha el proceso de aprendizaje.
A mí, aunque me gusta el autoaprendizaje, lo que más me hace disfrutar es cuando me topo con un “gran maestro”, aprender de alguien que es “bueno haciendo y enseñando” es el mayor de los lujos y una experiencia que te sella el conocimiento con una emoción tan intensa, que no lo olvidas nunca.
Por eso me esfuerzo en ser generosa e intentar que, el que está a mi lado, desee aprender todo lo que yo pueda transmitir, de esta forma descubro lo nuevo que puedo aprender de todos, cada día.