¡Cómo me gusta esta palabra!. Con sus dos O, esta palabra teje un anillo circular alrededor de algo-alguien, identifica lo que hay dentro de lo que está fuera.
Coordinar tiene un enfoque “sistémico” que hace que diferentes elementos, diferentes piezas se muevan, evolucionan, crezcan, avancen como un todo, multiplicando su potencial.
En la coordinación no hay aristas, no puede funcionar algo independiente.
La coordinación conlleva actuaciones bien pensadas, en un avance lento pero seguro que garantiza el éxito. Un fallo en la coordinación te hace retroceder demasiadas casillas hacia atrás.
En la coordinación no hay fórmulas mágicas, hay demasiadas variables para gestionarlas de manera estándar. Es como una atracción de equilibristas, necesitas mucho trabajo, disciplina, técnica…y un gran olfato de detección de peligros para evitar caídas.
Cuando funciona transmite una sensación de plenitud, porque el “todos”, transciende mucho más que lo individual,…¡qué gran aprendizaje!