¡Qué palabra tan difícil!, aún recuerdo cuando sobre los 18 años mis padres me dijeron que había cosas que yo ya tenía que decidir,…¿por qué? Ellos eran mis padres, eran más experimentados, ellos no se equivocaban…. ¿Por qué tenía que hacerlo yo que dudaba de todo..?
Desde entonces han sido muchas las decisiones que he tenido que tomar, algunas bastantes complicadas o difíciles. En todas ellas he sentido ese “encogimiento de estómago” como aquella primera vez, aunque ahora sepa que decidir implica crecer, aprender, avanzar, ganar, perder,….que decidir te otorga ese sentimiento de libertad como pocas cosas en la vida, que el decidir te hace recuperar ese “protagonismo” en tu vida que te centra y te satisface.
Bueno, pues a pesar de saber todo esto, sigo sintiendo esa sensación de vacío, miedo,…en cada decisión. Si te pasa como a mí, sencillamente practica, como cualquier otra nueva habilidad, sólo el hábito y el entrenamiento te hará hacerlo mejor.
Yo decido, decido, decido….cada día.