Nos rodea siempre tanta “luz” que, en ocasiones, no somos conscientes de que perdemos el FOCO. Nos sentimos perdidos, que no avanzamos, sencillamente porque no somos capaces de distinguir el horizonte.
Para ello es muy importante bajar la “intensidad” de lo que nos rodea, coger la “linterna de nuestra pasión” y enfocar de manera firme hacia la dirección en la que quieres avanzar. ¿Cómo?
“Apagar las luces” para mí es eliminar todos esos pensamientos que no aportan, es separarte de todas esas actividades y personas que no te suman, se trata de “dejar de hacer” temporalmente todas esas actividades que sólo te entretienen, pero que no te generan valor.
“Encender la linterna” para mí es concentrarte en lo que de verdad quieres, volver a visualizar tus “sueños” y, de nuevo, “trazar en tu mente” ese plan que te llevará un poco más cerca de él.
Entonces te levantas, comienzas de nuevo a andar, paso a paso, y el sentirte una persona enfocada te hace disfrutar de cada momento y es entonces cuando aunque haya otra luces, ahora ya no te distraen.