Cada etapa que paso, cada año que vivo, me doy cuenta de lo importante que es esta palabra para mí.
He descubierto que mi energía no proviene de lo que hago, ni donde estoy, ni con quienes comparto,….todo depende de mi nivel de motivación.
He pasado momentos en la vida que, vistos desde fuera, se entienden duros, difíciles y, sin embargo, era tal mi grado de motivación que era incapaz de ver las dificultades, estaba deslumbrada por el objetivo.
Sin embargo, cuando ese foco se apaga, se desdibuja para mí el camino y me siento perdida, sin rumbo, todo es complicado y mi capacidad de avanzar es mínima.
Esa es para mí la motivación, por eso busco incesantemente un Foco-Foco-Foco potente que me ilumine, y trabajo incesante en el diseño de un plan de acción para que me guíe como camino; el resto viene solo, la ilusión, la energía, la creatividad…
Por ello, para motivar a mi equipo me centro en el Foco y en el Plan de Acción, el resto ya lo aportan ellos.