La dualidad de sentimientos que genera este verbo se encadenan en la misma palabra “FIN – AR”, final y principio unidas.
Mi aprendizaje es que para que algo comience, antes algo acaba; por eso hay que saber trabajar el “desapego” tanto de lo bueno como de lo malo, porque hay que pasar página, hay que comenzar una nueva historia, hay que seguir avanzando.
Ser conscientes de haber llegado al final, disfrutarlo o llorarlo y tomar la decisión de “a otra cosa mariposa”, son los momentos mágicos del finalizar.
La toma de conciencia de este proceso es fundamental, porque si no eres tú quien decide, parecerá que estás en una nueva etapa, pero sólo será una ilusión, sigues atrapada en la anterior.
Proyectar, actuar, disfrutar, aprender, conseguir, finalizar, comenzar…
Porque la vida sigue…