La culpa es uno de los peores sentimientos que existen, porque lo generas tú y lo padeces tú.
Nadie te puede “echar la culpa”, la sientes o no la sientes tú.
Hay una culpa que no daña, es la que es consecuencia de asumir la responsabilidad de tus decisiones, de tus actos. Ser culpable de lo que has hecho, es asumible y lo acepta tu mente.
La culpa dañina es la que sientes por lo que no haces, por lo que crees que deberías hacer y no haces, cuando estás en un sitio y quisieras estar en otro, cuando estás con alguien y quieres estar con otra persona, cuando inviertes tu tiempo en algo que no deberías, porque tenías otro plan.
La única buena noticia es que tú decides y si tú decides no hay culpa mala, sólo buena.
Yo decido donde quiero estar, con quien quiero estar, en qué invierto mi tiempo y de todo lo que ocurra YO TENGO LA CULPA, y lo asumo con responsabilidad y una sonrisa.