Los cambios de puestos de trabajo y roles en las organizaciones, entre las personas que forman su plantilla, es el “juego de estrategia” más importante en el que se pone a prueba la agudeza mental, la destreza y la intuición de un líder.
Imagina ese tablero de ajedrez, donde sabes que tienes que hacer movimientos de fichas, sabiendo que la decisión que tomes afectará al resultado de la partida.
Por supuesto hay unas “reglas de juego” que hay que respetar, pero a pesar de ellas, cada partida es diferente, cada movimiento genera unas consecuencias diferentes, ninguna es igual.
Al igual que en el ajedrez, has de ir identificando cuales son las “piezas clave” para tus objetivos en cada momento, tendrás que ir desprendiéndote de algunas, pero si fallas y sueltas la pieza clave antes de tiempo, el juego se acaba.
Tomar una decisión de movimiento implica, analizar bien las posibles jugadas que generará como consecuencia, asegurarse de cuál es la mejor opción (o la menos mala), garantizar que proteges las piezas clave,…..y conocer bien cómo lo interpretará tu contrincante. Por cierto, ¿quién es “tu contrincante”?
En el juego de estrategia de las organizaciones, el contrincante es “el mercado”, donde se incluye tus competidores, tus clientes, tus proveedores, tus trabajadores,……. Juegas para tener éxito, para llegar a conseguir tus objetivos empresariales y para ello, tomas todas y cada una de tus decisiones, y entre ellas, el movimiento de tus piezas es fundamental.
Lo más fascinante de este juego es que no puedes dejar de hacer movimientos, puedes tomarte tu tiempo, puedes pensar y pensar, pero siempre tienes que decidir que cambio hacer.
Yo he sido muchas veces pieza de ese tablero, a veces un peón que se arriesga sin mucho pensar porque no tiene mucha repercusión; otras un caballo que, después de hacer buenos movimientos con él en varias jugadas, se sacrifica porque hay un alfil mejor posicionado…
Sea como fuere, siempre, dentro o ya fuera del tablero, he deseado que mi empresa ganara la partida. Uno desea formar parte de un equipo ganador, y es la victoria lo que te hace aceptar tu rol en cada caso.
Lo desesperante profesionalmente es cuando una tras otra se pierden las partidas, y el líder, una y otra vez hace los mismos movimientos, juega con las mismas fichas,….. Y una y otra vez el resultado es el fracaso. Cuando además se justifica con la excusa “el contrincante es mejor”, entonces ya sí que entiendes que ese equipo no es el tuyo, que tienes que cambiar de tablero.
En el juego de estrategia, las piezas saben que lo importante es la partida, gánate su confianza siendo el mejor jugador. Vamos!!!