Algunas personas piensan que esta palabra es sinónimo de RUTINA, pero para mí son palabras muy diferentes.
Es verdad que ambas palabras llevan asociadas la repetición, pero el enfoque, vuelvo a decir, para mí es muy diferente.
Yo siempre he huido de la rutina porque es monótona, no aporta ilusión, es predecible, te alinea y no te genera ningún placer.
La rutina, hacer siempre lo mismo, saber lo que sucede después, no sentir riesgo, no aprender nada nuevo….eso es algo que nunca me ha gustado, ni en mi trabajo, ni en mi vida personal.
Pero un día descubrí la palabra HÁBITO, aprendí que para adquirir una nueva capacidad, actitud, comportamiento, has de repetirlo “21 veces”, y de esa forma pasaría a formar parte de ti, no de manera innata sino aprendida.
Desde entonces me encanta adquirir hábitos nuevos, porque aunque se trata de repetir algo varias veces, tiene ENFOQUE, tiene un PARA QUÉ concreto y por tanto, te enseña, te fortalece, te genera adrenalina cada vez que consigues repetirlo, y sabes que nada será igual, porque hay algo nuevo que sabes y puedes hacer. 