Una palabra que desde hace unos años se puso “de moda”, inclusiva en la responsabilidad social corporativa, relacionada fundamentalmente con “las mujeres” y en los ámbitos duales personal / profesional
Para mí la conciliación siempre ha estado relacionada con la libertad de elección, es decir, yo puedo conciliar cuando yo decido la opción, no cuando algo o alguien me lo impone, pero sobretodo asumiendo que, sea cual sea la opción elegida, siempre hay renuncia y oportunidad.
Yo, a lo largo de mi vida, muchas veces he podido tener de esa libertad de decidir que parte de “mi tiempo” lo ocupaba en mi familia, mis aficiones, mi desarrollo profesional, mi desarrollo personal…y,¡claro que he renunciado a muchas cosas!. Irte de viaje dejándote a tu hijo con 40º de fiebre, perderme algún partido de mis hijos, ausentarme de alguna reunión importante, no aceptar alguna propuesta profesional, hacerte 1000 km sin descansar para llegar a su primer cumpleaños, “volar” en la carretera para llegar antes de que mi hijo despertara de una operación…; renuncias, sacrificios, esfuerzo, imaginación logística,.. pero si en todas las situaciones “eres tú quien decides“, entonces entiendes el para qué y por lo tanto te merece la pena.
Tu pareja, tu entorno, la políticas sociales,… te dan opciones, pero Tú tienes que aceptar que “todo no se puede tener”; haz lo que cada momento te aporte más, pero no renuncies a elegir TU y después, no te sientas culpable. 