Solo con pronunciar esta palabra ya te genera un “placer”, un “regusto”. Es como vivir dos veces por algo que te emociona.
Sí, porque no se trata sólo de hacer cosas que te gusten, que te hagan feliz, se trata también de estar en ese momento en el “aquí y ahora” que te permita sentirlo plenamente.
Cuando vivimos en el pasado, lo que me pasó, lo que me dijo….; o en el futuro, qué pasará, qué me dirá, qué haré….; no podemos centrarnos en sentir de manera intensa lo que ocurre hoy.
¡Claro que después del atardecer viene la noche!, pero la puesta de sol dura sólo unos minutos, y has de disfrutarla en ese preciso instante. ¡Claro que antes del arco iris hubo lluvia y después lucirá el sol!, pero has de disfrutarlo en ese momento mientras agua y sol coincidan.
El disfrutar es lo que te hace generar endorfinas que te activan la energía, la vitalidad, la salud, la sonrisa.
Así que hagamos cosas que nos hagan disfrutar; o sencillamente disfrutemos con lo que hacemos, pero siempre “aquí y ahora” para aprovechar al máximo esa ¡energía! 