Creo que ésta es una palabra a la que le afecta el paso del tiempo, en cada etapa de mi vida ha tenido diferente significado para mí y, el último, lo he “descubierto” hace poco.
Cuando descubres el poder que tiene un pensamiento, aprendes a “controlar” tu vida, adquieres el verdadero liderazgo de tus sentimientos, se te caen el velo del autoengaño y las gafas del victimismo.
Cuando aprendes que el pensamiento es capaz de transformar la misma emoción en un sentimiento diferente, te sorprendes y asumes el protagonismo de tu historia.
Cuando descubres que tu cabeza “tira” siempre de pensamientos aprendidos, pero que en cualquier momento tú puedes sustituir por otros nuevos, habituando a tu mente a cambiar de perspectiva, entonces escuchas y ves diferente.
Dicen que comenzar el día con un pensamiento positivo te influye en el resultado de tus acciones, y es verdad.
Dicen que comenzar un reto con un pensamiento positivo influye en la victoria, y es verdad.
Dicen que “repensar” cambia tu realidad y no es verdad. La realidad es la misma, pero tú decides sentirla diferente, y la vida cambia de “color”.