Inspirar, en una primera acepción de la palabra, comienza “de fuera hacia dentro ”, te llenas de aire los pulmones y al expulsarlo te quedas relajada, con tus emociones en orden, con ganas de hacer.
Me encanta cuando “inspiras a otros”, segunda acepción de esta palabra; cuando con lo que dices, haces o transmites eres capaz de conseguir que otra persona se “inspire” (se llene) para después (expirar) sentirse capaz de hacer algo.
Por ello es bueno rodearte de otros, de gente inteligente, de buena gente, afín a tus valores, gente soñadora; sólo así conseguirás que te inspiren, sólo así conseguirás inspirarlas.
Leer biografías de otras personas, conocer otras historias, tener ejemplos de vida….amplia tu abanico de opciones, de oportunidades, de otros pensamientos, que son lo que te “llenan de aire” y te llevan a hacer y sentir cosas diferentes.
Para mí “inspirar” a otros es la habilidad del líder, de un verdadero líder.
Para ello más que preocuparte de los demás, has de concentrarte en tí, en lo que sientes, dices, haces. Tu ejemplo y la ilusión que generas es lo que provoca esa energía transformadora en los otros.