Creo que es una de mis “aficiones” favoritas es “compartir felicidad”; es un regalo para el alma.
Me gustan los días especiales en los que esa persona se siente protagonista, llamarla y decir “felicidades”.
Me gusta identificar los logros, los pequeños éxitos de cada persona, acercarme, reconocérselo y decirle “felicidades”.
Me gusta acompañar a esa persona que es incapaz de reconocer todo aquello por lo que puede sentirse feliz, y conseguir que lo descubra y decirle “felicidades”
Me gusta descubrir, como el que busca “pokemon”, todo aquello que pasa por tu alrededor, que hacen, que dicen y que te aporta, a ti y al resto instantes de felicidad.
Al igual que envolvemos los regalos, para rodearlos de sorpresa, para embellecerlos, para disparar el acelerador emocional; igualmente debemos envolver estos momentos, estas ocasiones, estos logros que nos hacen feliz, con la “celebración”, para disparar ese acelerador emocional que sella el recuerdo en nuestro corazón para siempre.