¿Qué sientes cuando abres Instagram y encuentras de repente a tu padre? …
¿Y si ese padre tiene 81 años?…
Yo sentí una profunda admiración por esa persona que sigue aprendiendo, investigando, que no se frena ante la tecnología, ante lo nuevo, ante los cambios.
Aún recuerdo el olor de aquellos líquidos que se utilizaban en la “multicopista”, donde mi padre pasaba horas haciendo copias de exámenes (era profesor) , de actas ( era jefe de estudios, luego director del colegio)…
Recuerdo cuando compró el primer ordenador, que aprendimos a utilizar a la par, al igual que las impresoras de tinta, láser…
Jubilado, sigue en activo volcado en asociaciones y grupos sociales, aportando su pasión por la gestión, por la organización, y elaborando “actas” (me encanta la facilidad que tiene para hacer este trabajo tan pesado y tedioso para muchos).
Hoy en día tiene un portátil “amarrado” a una pantalla, a la impresora, a discos duros. Tiene su propio concepto de los hardware y por supuesto es un fiera con el Word y el Power Point.
Las redes sociales han sido su otro gran descubrimiento, puedes encontrarlo en Facebook con su Tablet o Smartphone de última generación, lo tienes accediendo a la prensa, se conecta contigo por Skype o se descarga mil apps que no sabe si algún día usará.
Y ahora voy a las empresas y me dicen que la tecnología tiene una “barrera generacional”, ¿de verdad nos lo creemos?, yo no me lo creo. Llevo en la sangre la actitud, llevo en la sangre la necesidad de ser cada día mejor en lo que hago, sabiendo que hay muchas cosas que puedo aprender para conseguirlo.
Me encanta ver a mi padre con mi hijo mientras le enseña la nueva tecnología, cuando se pasa horas con el joven del servicio técnico haciendo mil preguntas, porque “él tiene que entenderlo”. Con sus gafas de cerca leyendo esos manuales “imposibles”, que rápidamente abandona para hacer lo que más le gusta “el autoaprendizaje”.
Se ha cargado más de un móvil, ordenador o dispositivo, es lo malo del “ensayo o error”, pero la satisfacción cuando encuentra sólo la solución, cuando “vence a la tecnología” es tan grande, que ¡bien merece la pena!
Su frase es “los ordenadores lo han inventado los listos, para que los manejemos los tontos” y este convencimiento hace que nada se le resista.
A lo largo de mi vida me he encontrado muchas personas como él, son mis “ejemplos”, mis “referentes”, mis compañeras de viaje; son esas personas que me reafirman en mi creencia que es la ACTITUD de las personas lo que nos hace capaces de evolucionar, de adaptarnos, de CAMBIAR.
¿Qué es lo que siempre motivó a mi padre a no quedarse en su tarea, sino el participar en lo colectivo? ¿qué es lo que siempre le motivó a buscar la mejor manera de hacer? ¿qué es lo que lo ha llevado a no perder la ilusión por aprender? …; estoy convencida que mi padre tiene un fantástico PARA QUÉ en su vida, que lo focaliza y lo mantiene con energía avanzando y generando esa gran onda de colaboración y de progreso.
Cuando leyó el libro “Metagestión, para hacer realidad tus sueños”, no supo qué decirme, como siempre mi padre es un hombre que transmite más con sus actos que con sus “palabras”. Por ello el otro día cuando lo ví en Instagram (además de sonreírme) me renovó esa sensación de “Vamos” que siempre me ha generado, me iluminó con su FOCO, el que me llevó a descubrir mi verdadero propósito en la vida, la #metagestión.
Tener un propósito, tener una actitud de curiosidad, ser lo suficientemente humilde como para saber que has de seguir aprendiendo de todo y de todos, no es cuestión de edades, ni de sexos, ni de culturas; es cuestión de PERSONAS.
A este tipo de personas es a las que yo llamo PROFESIONALES, esas son las que necesitas encontrar para tu equipo, para tus proyectos, para tu vida. No te quedes en lo que las personas hacen, sino en lo que creen que son capaces de hacer, porque si a éstas les aportas un propósito, ten por seguro que lo conseguirán. Vamos!!!