29 agosto, 2017 Isabel_MG

Materia

Una Cultura basada en Creencias potenciadoras y en valores que mantengan nuestra IDENTIDAD para los momentos de dificultad

En un proceso de esferificación estamos hablando de moldear la forma, adecuándala al entorno, a las necesidades, para potenciar la energía del impulso hacia el éxito.

Sin embargo, hay que entender y aceptar el hecho de que partimos de una materia, de la que necesitamos conocer su estado, sus características, sus propiedades, para poder calcular su capacidad de cambio. No todos los tipos de materia cambian igual, en circunstancias parecidas.

Una organización es una materia en estado sólido, por lo tanto, todas tienen en común que para cambiar de forma es necesario aplicarles energía.

En los materiales, para conocer su comportamiento, es necesario analizar las características masa, peso, volumen y densidad. Así mismo, en las organizaciones tenemos que evaluar las características de cada una de sus unidades (las personas) y averiguar cómo cambian éstas cuando sus unidades se relacionan, se juntan y  forman un conjunto; para comprobar si es posible con el Foco, el Aire y el Calor transformar su FORMA.

El cambio de forma sólo será posible siempre que contengamos en la materia un componente de PLASTICIDAD, si no partimos con ésta característica será complicado cambiar la forma con estos elementos, a través de la METAGESTIÓN.

Buscando el origen de la plasticidad, he encontrado esta gráfica que representa muy bien la similitud de éste término en los materiales con la capacidad de esferificación de una organización

Cuando nos incorporamos a un nuevo proyecto, a un nuevo equipo, una nueva actividad, por regla general las personas, las organizaciones, solemos tener esa capacidad elástica de “ajustarnos” al nuevo entorno, tenemos margen de adaptabilidad porque queremos “encajar”. A través de la imitación, aprendizaje y experimentación superamos la “tensión” de lo nuevo, de lo desconocido, de los miedos y cambiamos.

Una vez superada esta fase inicial, cuando ya nos consideramos parte del entorno, cuando sentimos que ya estamos ajustados, nos acomodamos, endureciéndonos  si no sentimos la “tensión” de nuevos retos.

Es por ello que, tanto a nivel personal como a nivel de organización, tenemos que mantener esa tensión que produce el “entorno cambiante”, nuevos objetivos, nuevas metas que saque de nosotros lo mejor; ese esfuerzo es lo que nos lleva a la región de plasticidad. En esta zona es cuando los equipos se forman, es cuando la cultura de la organización se desarrolla, es cuando dejamos de ser elementos independientes para ir generando un TODO que sigue adaptándose.

Lo importante es que seamos capaces de mantener el equilibrio entre la “tensión” ejercida  y la capacidad de “deformación”;  a nivel personal y de organización. Cuando llevamos a las personas a su “nivel de incompetencia”, cuando llevamos a las organizaciones a “morir de éxito”,…nos aproximamos a ese punto de “ruptura” que genera la crisis, la pérdida del talento, la irreversibilidad del moldeado.

¿Tenemos nosotros, tiene nuestra organización, MATERIA plástica?, o dicho de otra forma ¿qué actitud tenemos ante el CAMBIO?

Para desarrollar la  PLASTICIDAD, esa tensión que permita  deformarme, adaptarme hasta brillar como  una ESFERA no se trata tanto  de ¿qué puedo hacer?, sino de cómo he de pensar. Las respuestas de la METAGESTIÓN van dirigidas a trabajar la forma en la que pensamos en los tres ejes:

PROPÓSITO-> TENSIONEMOS

Pensemos  en la capacidad que tiene nuestra misión, nuestros objetivos, nuestros sueños de sacarnos de nuestra zona de confort. Pensemos si las  tensiones que recibimos o provocamos van en  direcciones compatibles; es decir, si son afines con nuestros valores, con los del equipo, con los de la organización; o van en sentidos opuestos.

PROCESOS ->HABITUEMOS

Pensemos si conocemos, sabemos o dominamos todo aquello que necesitamos para vencer las tensiones; si no es así, si generemos nuevos hábitos que poco a poco vayan desarrollando conocimientos, capacidades, actitudes; esta es la mejor manera de crecer, de moldearnos de manera armónica.

PERSONAS -> DEFORMEMOS

Pensemos si tenemos la paciencia, si nos permitimos, si nos toleramos ese tiempo y ese aspecto “diferente” que es necesario de “deformación” antes de que nuestra plasticidad nos permita adquirir la nueva forma deseada. Querer cambiar, pero no estar dispuesto a perder, para después ganar, es lo que muchas veces nos endurece y nos rompe.

En METAGESTIÓN, no podemos conformarnos con cortar lo que sobra, o pegar encima lo que falta para construir una esfera ….NO!!, en METAGESTIÓN  partimos de nosotros mismos, promovemos nuestra elasticidad, nuestra plasticidad, nos integramos con el equipo, con el que igualmente desarrollamos la plasticidad y buscamos la forma de esfera, moldeándonos poco a poco, sin endurecernos, deformándonos para volver a formarnos.

Si hasta aquí estás de acuerdo,  te recomiendo que vuelvas a leerlo, porque aunque las palabras suenan “sencillas” encierran una verdad que te remueve.

Si después de releerlo, sigues estando de acuerdo, ahora te preguntas,  “Vale, pero por donde empiezo”.  Pues es muy importante comenzar así:

PÁRATE!!!!, dedícate un tiempo a PENSAR

Desarrolla un sueño que te rete, que te tensione, que haga deformarte y formarte una y otra vez, poco a poco; que te mantenga en estado de plasticidad.

Únete o promueve un equipo que comparta un sueño que os rete a todos, que os tensione que os haga deformaros para adaptaros, para ser los mejores.

Intégrate o crea una organización, un proyecto, con un potente FOCO que transmita una visión que rete, con AIRE que genere una actitud de cambio que tensione, que transmita el CALOR necesario para obtener el máximo nivel de plasticidad, porque al igual que tú, formarás parte en un equipo con una especial MATERIA,  y ¡echa a rodar!.

Entrenamiento para el pensamiento : En este caso te propongo un juego, “jugar a plastilina

  1. Busca diferentes  bloques de plastilina, (sería interesante que encontraras aquella caja con restos de plastilina de  tu infancia, o de cuando tus hijos eran pequeños).
  2. Échalos en la mesa y coge uno en tu mano; tócalo, su tacto te parece duro ¿verdad?. ¿Te acuerdas como se moldeaba?. Ejerce presión sobre él, rózalo, échale  tu aliento,……poco a poco verás cómo con el calor incrementa su plasticidad. Haz una esfera con la concavidad de tus manos, así con paciencia, a veces se aplasta, a veces toma forma de “churro”,….sigue moldeando.
  3. Cuando tengas una “bola” déjala encima de la mesa y coge otra pieza, repite el proceso. Y así con todos los elementos, uno a uno, con la misma paciencia…¿todas se moldan igual?
  4. Cuando sean todas las piezas esferas júntalas, crea una esfera grande con todas las pequeñas bolas unidas y échala a rodar por la mesa…;¿qué ocurre? ¿ se han dispersado? Eso es porque no las has unido mucho, porque para no estropearlas no  las has apretado.
  5. Forma de nuevo la esfera grande con todas las bolas pequeñas unidas, cuando la tengas, presiona con tus manos, fúndelas, apriétalas, defórmalas para que dejen de ser muchas bolas  y sigue moldeándola con la concavidad de tus manos, dándole calor hasta que de nuevo tenga la forma de esfera; entonces, ¡échala la rodar! ¿Qué pasa ahora?

¡¡¡Enhorabuena!!!, has obtenido tu mejor versión,  has  generado un equipo, has construido una organización, ágil, adaptable, con capacidad de dirigirse y de llegar rápida al Éxito. Has ejercitado tu pensamiento, has encontrado RESPUESTAS.

Comparto un enlace donde encontrarás herramientas P3D relacionadas con el elemento Materia

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