El otro día, una compañera me preguntaba qué era para mí un proyecto. Creo recordar que le dí una respuesta algo técnica y, seguramente, exacta lingüísticamente, pero me dejó reflexionando.
Quizás ella tampoco necesitaba más, pero a mí sí me quedaron las ganas de explicarle, de encontrar primero, una buena definición de lo que para mí es un proyecto.
Para mí, un proyecto es una actitud ante la vida, porque la vida puedes planteártela como una consecución de días (trabajo por tareas) o como un gran proyecto que vas desglosando en otros más pequeños para poder ir avanzando de forma más focalizada. Igualmente es una actitud ante el trabajo, cuando te lo planteas como parte de tu desarrollo profesional, cuando lo integras en tu visión.
Todo proyecto ha de tener un objetivo, un punto de llegada definido, compartido y conocido por todos los involucrados, para mí es el primer elemento imprescindible.
En nuestro proyecto vital, cuando perdemos el enfoque, cuando nos dejamos llevar por los acontecimientos y dejamos el timón en manos del destino, dejamos de vivir nuestro proyecto de vida y comenzamos a vivir para pasar días.
En nuestro proyecto profesional, cuando perdemos el enfoque, comenzamos a hacer tareas, a desgastar nuestros recursos, nuestra energía y ante la sensación de que no avanzamos hacia ningún lado, dudamos, nos afligimos y pasamos a sentirnos ajenos al trabajo diario.
El segundo elemento fundamental es que debemos conocer nuestro punto presente, esto hace que nos involucremos como “parte de”, si no nos situamos como protagonistas, nunca será un proyecto para nosotros, será la “historia” de otros.
En nuestro proyecto vital, cuando adoptamos el papel de víctimas y le damos todo el protagonismo a los demás (al que no me entiende, al que no me da lo que necesito, a los acontecimientos negativos, a mi mala suerte….), dejas de vivir tu proyecto, estás intentando llegar a su punto de llegada esperando a que los demás actúen, pero tú te has quedado en las gradas, observando.
En nuestro proyecto profesional, cuando dejamos que sea el jefe, los compañeros, los otros, quienes asuman las decisiones, las acciones, igualmente poco a poco nos vamos quedando en la cuneta. Cuando como líderes del proyecto dejamos de dar protagonismo a todos los miembros del equipo, poco a poco vamos quedándonos solos. Cuantas veces los directores de proyecto me dicen, “me siento que estoy tirando sólo de este carro”, éste es el momento de parar, de volver a identificar el momento presente para todos, de volver a ilusionar con el punto de llegada, de volver a enfocar al equipo en el proyecto.
La incorporación de la palabra META a la de GESTIÓN, de alguna manera proviene de este sentir que para mí tiene el darle un propósito a todo lo que haces, podemos llamarlo de mil maneras, pero sin duda es lo que nos mueve, lo que nos genera ilusión, lo que hace aflorar nuestro mejor talento, lo que nos hace sentir “felicidad”.
La planificación, los roles, las actividades, los indicadores, por supuesto que tienen muchísima importancia, no seré yo quien los ponga en duda, una fiel convencida de los Excel y los Project; sin embargo sí puedo afirmar que aunque son necesarios y facilitan el avance, no sirven de nada si no hemos diseñado una buena Puerta Principal https://isabel-mg.com/metagestion-puerta-principal/
Igualmente el Ciclo del Éxito https://isabel-mg.com/metagestion-ciclo-del-exito/ nos generará el flujo de energía necesario para avanzar, para que el proyecto se haga realidad.
Vivir un proyecto de vida, trabajar por proyectos, nos exige desarrollar una actitud diferente, que proviene del pensar que las personas son las protagonistas, todas y cada una ellas, individual y específicamente, por ello hay que conocerse, hay que conocerlas.
Vivir un proyecto de vida, trabajar por proyectos, nos exige desarrollar una actitud diferente, que provine del pensar que el cambio es un estado permanente, desarrollando la determinación para afrontar el miedo, la humildad para aceptar el fracaso, la flexibilidad para amoldarnos a los otros, la ilusión para vencer al desánimo.
¡Es tan bonito trabajar y vivir un proyecto!, para mí no hay otra opción. No es el camino más fácil, por ello la #metagestion será tu compañera de viaje, constante en identificar las preguntas que nos lleven a cada uno a encontrar las respuestas, porque sin duda, sí es la opción más ilusionante. Vamos!!
Confieso que me ha encantado esta definición vital de Proyecto!
Una inspiración. Qué fácil es leer a Isabel Miralles
Escribir tu verdad y que a alguien le inspire es el mejor regalo. Gracias!!