Seguimos poniendo en marcha proyectos ambiciosos que implican grandes cambios, que requieren de importantes recursos, sobretodo de tiempo y energía por parte de las personas, y seguimos empezando el camino entrando por la puerta lateral.
¿A qué le llamo yo “la puerta lateral”? aquella que con unas mínimas ideas nos atrevemos a abrir, a atravesar, incluso a animar a los que nos acompañan a cruzar, sin saber hacia donde nos lleva.
Da igual que el proyecto sea de “transformación digital”, un “nuevo modelo de organización”, el “desarrollo de mi negocio” o de mi “marca personal ”…; lo importante es no quedarnos en las palabras de moda, en los grandes nombres o temáticas generalistas que nos dan el título del proyecto; tenemos que buscar la puerta principal de nuestro proyecto.
La puerta principal por donde se hemos de entrar en un nuevo proyecto es aquella que está enmarcada por palabras del tipo:
VISIÓN: Cómo quiero verme (persona, organización…) al final del camino
PROPÓSITO: Para qué quiero iniciar ese camino
ÉXITO: Qué sería aquello a lo que llamaré “logro” cuando llegue al final del camino.
Para llegar antes, no se trata de salir corriendo el primero, se trata de haber entrenado antes, de haber diseñado tu estrategia de carrera en función de tus capacidades, de tener una motivación alta para ganar, pero sobre todo, de tener confianza de estar en la posición de salida que te lleva hasta la meta.
Hace muchos años un amigo fue a la ciudad de su, entonces novia, y decidió salir a correr una carrera urbana tradicional del lugar. Supuso que sólo se trataba de correr, y sin preguntar mucho más, allí que se fue. Siempre me sonrío cuando me imagino, tal cual me lo contaron, a mi amigo entrando a la línea de meta muy contento al verse sólo al llegar y, la cara de extrañeza de los lugareños cuando lo vieron llegar en sentido contrario de por dónde debían llegar los corredores.
Es una anécdota que siempre me viene a la cabeza, cuando inicio un proyecto, ¿y si voy en dirección contraria?.
El proceso de reflexión, de análisis, de visualización, de interiorización del proyecto, conlleva un tiempo, pero será lo que nos asegure abrir la puerta principal.
¿Quién no ha tenido la sensación de estar trabajando en un proyecto sin saber bien hacia dónde va? ¿Quién no se ha desanimado en el momento que sabe que se desvió y se fue hacia una dirección incorrecta? ¿Quién no se ha dado la vuelta y se ha dado cuenta que el resto del equipo se paró hace tiempo, o se perdió por el camino? ¿Quién tras llegar a lo que se suponía sería la meta, un tanto cansado, no reconoce ningún sentimiento de satisfacción?…
Si tienes experiencia en proyectos, seguro te estás sonriendo, porque son bastante común estas realidades. Sin embargo, una y otra vez caemos en la trampa de las puertas laterales.
La Metagestión nos permite desarrollar Proyectos de Éxito de manera eficiente, entrando por la Puerta Principal.
En Metagestión optimizamos el esfuerzo, el tiempo, la energía y la ilusión de las personas implicadas; porque no nos lanzamos a abordar ningún proyecto hasta que no hemos identificado específicamente qué giro es el que, con menos desgaste e inversión, vamos a conseguir el mayor avance y más rápido hacia nuestro objetivo.
El tiempo y el esfuerzo lo gastamos en el pensar, con metodologías amenas, sencillas y dinámicas y, la energía y la ilusión las usamos para actuar según el Plan que decidamos; un plan que desplegamos en tres ejes (Propósito- Procesos- Personas) para asegurar una transformación global , a la vez que avanzamos hacia nuestro objetivo.
De esta forma evitamos durante el desarrollo del proyecto:
La desproporción entre ilusión, esfuerzo y resultado: Sentimiento de “si lo sé no lo hago”
El desfase entre el objetivo y el tiempo para su logro: Sentimiento de “y ahora para qué”
La desmotivación o pérdida de energía por pérdida confianza: Sentimiento de “yo no soy capaz”
En Metagestión comenzamos por lo que somos capaces, nos comprometemos con un plan de acción diseñado para nuestro proceso de desarrollo, y aceptamos que el impacto del movimiento será impredecible, pero siempre enfocado.
Cuando arrancas un proyecto por la Puerta Principal, tienes FOCO FOCO FOCO.
No existen atajos, no hay caminos fáciles ni rápidos, los proyectos son carreras de fondo en los que el primer requisito que debemos garantizarnos y garantizar a los que nos siguen, es iniciarlo entrando por la puerta principal.
Me encantan las “portadas de las ferias”, nos invitan a adentrarnos a un ambiente de alegría y diversión; me encantan las puertas majestuosas de los edificios importantes, que nos adelantan la grandeza del lugar que podemos visitar, me encanta diseñar “los pórticos” de los proyectos que comienzo, con un gran “reto” como puerta principal.
Dedícale tiempo a trazar la “puerta principal” del proyecto en el que pretendes adentrarte o adentrar a tu equipo, haz que sea fiel reflejo de la importancia del logro, …seguro que pocos se resistirán a cruzarla. Vamos!!