¿Dónde está el límite entre el “chantaje” y el “reto”?
Esto es algo que he debatido muchas veces con mi hijo; yo buscaba el “reto” para motivarle a que avanzara, aprendiera, descubriera sus capacidades….;y él en muchos casos lo sentía como un “chantaje” de “si quieres algo, antes debes hacer esto otro”.
Si quieres jugar a la playstation primero termina los deberes, ¡no es una meta!
Si deseas ir de vacaciones con tus amigos, demuestra que eres responsable, ¡no es un reto!
Fue gracias a estas reflexiones cuando entendí que las metas han de estar conectadas con tu para qué, con tu objetivo final; no son escalones u obstáculos que hemos de salvar para seguir avanzando, han de ser parte del propio logro.
¿Cómo puedes comerte un elefante?
Esta es otra gran pregunta que te lleva a un gran aprendizaje ………..”trocito a trocito”, y no hay más!!! Por muy grande que sea el problema, el objetivo, el trabajo,….todo es asequible cuando lo “troceamos” y lo vamos abordando en la proporción en la que somos capaces de “digerirlo”.
Sin pausa pero sin prisa
Evidentemente el tiempo es el factor determinante, hemos de saber desarrollar en paralelo la paciencia necesaria para llevar a cabo todo el troceado sin “atragantarnos” con las prisas pero a un ritmo dinámico que nos haga sentir en movimiento.
Cuando tomas conciencia de estos 3 sencillos argumentos, comienzas a saber usar las “METAS” como fantásticos impulsos hacia tus logros, tus objetivos, tus sueños.
Hemos aprendido, experimentado y desarrollado nuestra habilidad “éxito” (en la pieza Éxito) que es el disfrutar de haber conseguido lo que te has propuesto. Esta habilidad es necesaria para poder sacar el máximo partido a la hora de utilizar la pieza META, si no sabes sentir el éxito cuando alcanzas la meta, no hay energía con el logro y no hay impulso.
Pieza: META
- El lunes de cada semana (como mucho de cada mes,…), dedica 15 minutos de tu tiempo a pensar qué meta te vas a plantear para ese periodo de tiempo, que cumpla 3 condiciones:
- La meta ha de ser parte de tu objetivo final, de tu logro: (ha de ser un trozo de tu elefante)
- La meta ha de ser proporcional a tus capacidades: (ha de ser digerible por ti)
- La meta ha de suponerte un reto: tiene que desarrollar en ti un sentimiento de superación; el esfuerzo, la valentía, la perseverancia,….han de ser elementos necesarios para su consecución.
- Cuando tengas tu META, anótala en tu agenda, en tu pizarra, en tu espejo, ….., y ahora asóciale una imagen de cómo vas a celebrar el éxito (cuando la alcances), una cena con los amigos, un masaje, un vino especial, un libro que deseas, una tarde “para ti”…
- Cada día de competición, mide como avanzas en la consecución de la misma. Sé tu mejor entrenador, reconociendo lo que puedes hacer mejor, lo que no has hecho, lo que has hecho muy bien, lo que aún puedes mejorar, anímate, apóyate, mientras visualizas esa maravillosa celebración.
Supongo que es más fácil definir METAS para tí que para los demás, pero en realidad se trata del mismo ejercicio. Si tienes un equipo lo más importante es que la META que les propongas cumpla las tres condiciones para todas las personas del equipo (todos y cada uno han sentirse alineados con el objetivo del que forma parte, no ha de parecerle excesivo el avance, y ha de generarle reto)…., saber definir metas es una de las habilidades que más admiro en un LIDER.
Nos vemos próximamente con la pieza “AGILIDAD”, del coleccionable AIRE.